¿Vuelve el uniforme a los colegios?

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, quiere ver a los niños de los colegios públicos vestidos de uniforme. Y desde que lo dijo, el miércoles en la inauguración oficial del curso escolar, el debate se ha reabierto. Pero el debate de los usuarios de ADN.es añade, a los argumentos para defenderlos de toda la vida (es más cómodo para los padres, incuso para aquellos a quienes en principio no les gusta, como laurafm y elimina la competencia entre niños por la marca de lo que llevan puesto, como recuerda maite) se unen otros nuevos: puede servir para evitar el acoso escolar, dice merecor (tanto económico como por motivos de raza o religión) y para mejorar la disciplina en los centros, dice karakol .
Pese a que la comodidad del uniforme no la discute apenas ningún padre, muchos de los que llevan a sus hijos a colegios públicos siguen estando en contra. "Nos parece una medida superflua y no creemos que vaya a modificar la convivencia escolar", dice José Luis Pazos, presidente de FAPA (Federación Regional de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado Francisco Giner de los Ríos). "Abogamos por una escuela pública en la que no sólo existan diferencias sino que se plasmen. Que se vea la escuela pública como lo que es: diferente y plural", considera.
¿Y la lucha contra las marcas? "No se consigue uniformando a los alumnos", considera Pazos. "En un uniforme se puede llevar un jersey azul cualquiera o uno de Lacoste", explica. Según él, si la Comunidad anima ahora a los colegios públicos es con la intención de encontrar otra forma de financiación para los centros concertados, subvencionando de alguna manera la compra de uniformes".
Unos 30 centros públicos de la Comunidad de Madrid han establecido el uniforme obligatorio para sus alumnos, según datos de la Consejería de Educación. Pero el departamento "no ha previsto" ofrecer ningún tipo de ayuda para su compra, dado que es "una decisión autónoma" que adoptan los consejos escolares de cada centro.
"Lo propusimos hace tres años porque teníamos alumnos de 18 nacionalidades diferentes. Algunos podían ir a clase muy bien vestidos, y otros no", explica Carmen Gutierrez, directora del colegio público Profesor Tierno Galván, de Alcobendas, el primero que uniformó a sus alumnos en Madrid. "Además, a los 12 años muchas alumnas empezaban a vestir con atuendos poco adecuados para estar en clase: piercings, faldas muy cortas, el ombligo al aire... y en la puerta del colegio se formaban clubs de fans de gente mayor. Teníamos un problema tremendo", dice.